El 26 de noviembre nos convocaron del colegio Confluencia, en ocasión de la representación de una pequeña obra de teatro con la que cerraban el ciclo lectivo del preescolar, y con la que iban a sorprender a los niños, ya que los actores eran nada más y nada menos que los mismos padres.
La obra en cuestión era “El ratón Pérez”, así que allí fuimos para maquillar a los actores, a los que caracterizamos de manera que los niños se identificaran con la magia y la fantasía de este personaje del mundo de los sueños.
Después de que nos contaron la historia, maquillamos a los actores que hacían de ratones,
destacando en cada caso los rasgos de cada personaje que permitiera adecuarlos a los gestos, según el papel que representaran, ya que esto es fundamental cuando se habla de teatro. Así le aportamos frescura y plasticidad a cada caracterización, algo que las máscaras no pueden ofrecer por la rigidez de los materiales.
Lo mejor de todo: la alegría y la sorpresa de todos los chicos al ver a sus padres transformados mágicamente en verdaderos personajes de cuento.María de las Nieves Azar
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